Sara & Ales

Cuando tu hermano te da la noticia: «¡nos casamos!» te invade una inmensa alegría, pero cuando además te pide que le hagas la invitación su boda, la alegría es aún mayor. Qué otra persona iba a conocerlo mejor que yo. Eso ayudó mucho a que todo fluyera mucho más rápido.

Mi hermano es de esas personas que odia los trajes y las camisas… imaginad sacarle de sus vaqueros, tenis y camiseta… para el día de su boda. Sabiendo esto, la invitación tenía que llevar impregnada la personalidad de los dos, que son muy iguales. Por eso me animé a dibujarles de una forma súper sencilla pero muy reconocible de ellos dos por separado. A usar una tipografía desenfadada y unos colores saturados y alegres.

Un mini proyecto súper bonito, divertido y desenfadado.